Aunque bajó la población de chicharrita, es clave evitar la presencia de maíces guachos
La chicharrita del maíz es una de las plagas más desafiantes que enfrenta la agricultura actual por varios motivos: es un vector de enfermedades y se dificulta la generación de umbrales de contr...
La chicharrita del maíz es una de las plagas más desafiantes que enfrenta la agricultura actual por varios motivos: es un vector de enfermedades y se dificulta la generación de umbrales de control, por lo que se toleran muy bajas poblaciones; es migrante; tiene ciclo de vida corto; coloniza lotes de maíz en estadios iniciales del cultivo; requiere de un manejo integrado, ya que ninguna herramienta por sí sola es 100% efectiva, y la paleta de híbridos tolerantes es por el momento escasa.
Conocimos a los golpes que todas las herramientas funcionan si hay bajas poblaciones de chicharrita. Ahí está la clave del éxito y la luz de esperanza: trabajar todo el año focalizados en bajar las poblaciones de Dalbulus maidis. Para llevar adelante estas acciones, la colaboración y el trabajo en red son fundamentales. En la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (Aappce) entendemos que compartir problemas, miradas diferentes y soluciones es la mejor estrategia.
Una de las principales iniciativas que se ha llevado a cabo frente a esta plaga es la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, que incluye a varias instituciones clave del agro argentino. Se trata de un esfuerzo interinstitucional inédito integrado por Aappce, Aapresid, Casafe, Conicet, CREA, Eaoc, INTA, Maizar y Senasa, entre otras entidades.
DisminuciónDesde julio, las trampas pegajosas colocadas por esta plataforma han mostrado una disminución en las capturas de adultos en las cinco regiones agroecológicas del país. Así como la campaña pasada se dieron todas las condiciones a favor a la chicharrita, esta campaña es totalmente diferente. Parece que el invierno ha hecho su trabajo: las heladas han agotado las reservas de chicharritas, y han eliminado las plantas guachas de maíz de los lotes. Las poblaciones se han reducido tanto que hoy nos cuesta conseguir individuos de chicharrita para hacer los análisis de infectividad. Esto alienta a los productores que, con justificada actitud, habían desistido de hacer maíz esta campaña. Hoy la realidad es que, en muchas zonas, la chicharrita no presenta una amenaza en el corto plazo.
Dicho esto, si queremos mantener las poblaciones locales al mínimo, no hay que relajarse. La eliminación del maíz guacho durante todo el año es clave para el abordaje exitoso, especialmente en zonas de siembra de maíz tardío, donde se puede garantizar un período sin alimento para la chicharrita.
El manejo del “guacho” nos asegura comenzar todas las campañas con muy bajo inóculo inicial (cantidad de chicharritas a la siembra). Esto nos permite, una vez sembrado el maíz, poder convivir y gestionar la plaga utilizando el resto de las herramientas del manejo integrado, y asegurar así el éxito del cultivo aun con la presencia de la plaga.
A partir de experiencias de países vecinos y del intercambio técnico con especialistas, Aappce está desarrollando protocolos de monitoreo profesional. Su objetivo es ayudar a productores y asesores en el seguimiento sistemático y riguroso de la problemática en los cultivos de maíz, permitiendo así la toma de decisiones informadas.
Esta herramienta, que se puede descargar desde la página de la asociación (aappce.org), se acopla al sistema de alertas públicas de monitoreo de plagas en el marco de la Red MIP (Red de Manejo Integrado de Plagas), que abarca 12 zonas productivas del país. Gracias a la Red Nacional de Trampas de Monitoreo de Dalbulus maidis, a diferencia de la campaña pasada, hoy se cuenta con información periódica sobre la dinámica de la plaga, con conocimientos en constante actualización, lo que contribuye a tener más certeza y confianza tras la incertidumbre vivida.
Sabemos mucho más de la chicharrita, de sus características, de su manejo integrado, y tenemos más herramientas e información: si todos hacemos las cosas bien y el escenario continúa siendo favorable, deberíamos tener más seguridad y soñar con una campaña de maíz exitosa.
El autor es coordinador técnico de Aappce