El regreso de Cazzu a los escenarios, el show de Taichu y el cierre mas esperado de Buenos Aires Trap: Bizarrap
Algo que surgió como un fenómeno de barrio y comunión entre chicos, evolucionó y maduró en un subgénero que se masificó en todo el país y que hoy se exporta al mundo entero. En la región, ...
Algo que surgió como un fenómeno de barrio y comunión entre chicos, evolucionó y maduró en un subgénero que se masificó en todo el país y que hoy se exporta al mundo entero. En la región, el trap es hoy, por excelencia, argentino. Y qué mejor expresión de este movimiento que el Buenos Aires Trap, el festival que, después de cuatro años de ausencia, regresó al mapa festivalero porteño en una nueva sede, el Parque de la Ciudad. En este rincón del suroeste de Buenos Aires, tanto los pioneros y más consolidados artistas como los más incipientes y experimentales se encuentran para afianzarse como emblema de la música nacional.
Este espacio, testigo de momentos históricos, se transformó en un epicentro de creatividad y energía juvenil. Con un público masivo y una organización (Dale Play) que apostó por eso, el festival convirtió al antiguo parque de diversiones en el epicentro de una fiesta donde la música, la estética y el público fueron protagonistas. Este regreso marcó un nuevo capítulo para un evento que ya es símbolo del trap argentino.
Desde temprano, los asistentes recorrieron los senderos hacia los cuatro escenarios principales. Familias jóvenes, grupos de amigos y fanáticos del trap se movían entre murales urbanos y puestos de comida que daban vida al predio. Algunos aprovecharon las áreas verdes para relajarse antes de los shows más esperados.
Con un público de lo mas diverso, entre amigos, familias y parejas, el último día del festival unió a varias generaciones con la misma pasión. Nadia Pogrebski, de 34 años, quien vino desde Longchamps con su hijo Felipe, de 11 años, señaló: “Él vino a ver a Milo J y yo estoy emocionada por Cazzu. Este festival es un espacio único para compartir entre generaciones”.
Entre los asistentes también estaba Tatiana Marcos, de 16 años, que viajó desde Punta Alta junto a su novio para asistir a su primer festival. “Es nuestra primera vez en un recital así. Queríamos ver a Milo J y a Cazzu, que vuelve a los escenarios después de ser mamá. Para los fanáticos, este recital es muy especial,” comentó Tatiana.
Brian Pellenc (28), de Morón, participó durante los dos días de festival junto a su grupo de amigos destacó la organización del evento. “Es increíble lo bien que está pensado todo. La limpieza, los espacios separados para consumir alcohol, y lo accesible de las entradas hacen que sea un festival ideal para todos.”
El festival ofrecía mucho más que música. Entre los puestos destacaban zonas interactivas donde se realizaban exhibiciones de skate y BMX, o batallas entre cantantes de freestyle sobre un ring, hasta un espacio de tatuajes temporales que se sumaba al ambiente festivo. Los juegos y estructuras de Interama -como se conocía el parque de diversiones-, cuyas estructuras de hierro todavía subsisten al paso del tiempo, parecían integrarse al paisaje del festival, agregando un aire nostálgico y surrealista. Además, la organización dispuso áreas familiares con juegos, puestos de hidratación gratuitos y actividades para todas las edades. “Todo está pensado para que la experiencia sea completa, desde los escenarios hasta los detalles más pequeños como los premios en los juegos”, comentó Ailén González, freestyler y madre de 29 años.
Este domingo presentó un espectáculo variado que reflejó la amplitud y profundidad del género. Kalubah, alrededor de las 17 en el Hispa Stage, combinó ritmos urbanos en una actuación que conectó con el público más joven. Después de las 18, también en el Hispa Stage, Taichu ofreció un show vibrante, conquistando a los adolescentes que coreaban cada tema. Su autenticidad y carisma consolidaron su lugar como una de las figuras ascendentes del género. La cantante emocionó a los adolescentes presentes con un repertorio cargado de autenticidad, destacando su carisma y frescura en el escenario.
Simultáneamente, las batallas de freestyle en el Barras Stage, lideradas por Stuart y Klan, mantuvieron al público expectante con rimas ingeniosas y un espíritu competitivo que recordó los orígenes del movimiento. En el Brahma Stage, Cazzu, pasadas las 20, hizo su entrada triunfal en un escenario que concentró a la mayor parte del público del festival.
Vestida con un imponente conjunto negro adornado con detalles plateados y botas altas, su figura irradiaba el poder que la caracteriza. La multitud, que abandonó otras áreas del predio para congregarse frente a ella, la ovacionó en su regreso a los escenarios tras su reciente maternidad. Con éxitos como “Mucha Data” y “Nada”, Cazzu logró que cada rincón del escenario vibrara al ritmo de su música. La puesta en escena, iluminada por un juego de luces que acentuaba su presencia magnética, reafirmó su lugar como “La Jefa del Trap” y emocionó a sus seguidores, quienes corearon cada tema como un himno generacional. “Fue impactante verla en vivo, su mensaje es tan fuerte como su música”, agregó Brian Pellenc, de 28 años, quien destacó la potencia de la puesta en escena de Cazzu.
Cerca de las 21, Milo J fue el encargado de calentar motores con una actuación potente. Como sorpresa, invitó al escenario a Nicki Nicole, y juntos desataron la euforia del público. Esta colaboración inesperada elevó la energía en la previa a la llegada de Eladio Carrión. Falta poco para que termine la jornada, pero todavía hay tiempo de seguir recorriendo el predio antes de la presentación de Bizarrap, quien prepara un show con invitados sorpresa y nuevas remezclas.