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La periodista de C5N Agustina Peñalva denunció por acoso al economista Walter Graziano

La periodista Agustina Peñalva, que trabaja en C5N y también cubre al club San Lorenzo, denunció el miércoles por la noche que hay un hombre que la acosa: lo identificó como Walter Graziano y ...

La periodista Agustina Peñalva, que trabaja en C5N y también cubre al club San Lorenzo, denunció el miércoles por la noche que hay un hombre que la acosa: lo identificó como Walter Graziano y aseguró que no lo conocía.

LA NACION confirmó este jueves por fuentes judiciales que se trata del economista que hizo algunas participaciones este año en el ciclo Duro de domar de ese mismo canal.

Peñalva dijo que hace dos meses que atraviesa esta situación, que ya hizo tres denuncias, que tiene un botón antipánico y que -más allá de todo esto- la actitud de esta persona no cambia.

Conmovida, lloró en vivo y le habló directo a su acosador para que termine con la persecución. Asimismo, pidió a la Justicia que agilice los tiempos de acción.

Según pudo averiguar este medio, la última denuncia se radicó el viernes pasado en la Fiscalía 18 de la Ciudad, a cargo de Juan Cruz Ártico; está caratulada como hostigamiento. Enterado Graziano de que ingresó esta presentación se presentó en la fiscalía con un abogado.

Mientras, Ártico le impuso una serie de medidas restrictivas al economista: entre ellas, está imposibilitado de acercarse a la periodista y de contactarla a través de cualquier medio. Además, pidió medidas de prueba.

Ante el fuerte reclamo de Peñalva, desde la Justicia porteña buscaron aclarar a este medio que el primer contacto con la causa que tuvieron a nivel local fue el viernes, ya que las dos anteriores presentaciones se hicieron ante el fuero civil nacional. Además, contaron que se pidió la intervención del equipo especializado en violencia de género y del Cuerpo de Investigaciones Judiciales.

La denuncia completa de Peñalva

“Desde principios de agosto, una persona llamada Walter Graziano me viene acosando. En principio, en las redes sociales, hostigándome con muchísimos mensajes, más de 20 o 30 mensajes por día. Hasta que tuve una pequeña alerta cuando me anunció que estaba esperando el momento para encontrarme a solas. ‘Estoy esperando y estoy buscando la forma para encontrarte sola’. En ese momento lo bloqueé, nunca hubo una respuesta de mi parte, solamente miraba los mensajes porque me llamaba la atención la cantidad que me mandaba.

De ahí se trasladó a Twitter. Lo bloqueé pero se empezó a abrir otras cuentas en Instagram.

Un día estábamos comiendo con las chicas en un restaurante y una persona se acercó a hablarme sobre mi trabajo. La realidad es que en ese momento yo no sentí ninguna alerta ni ninguna alarma y se despidió.

A los pocos días, una persona le empezó a escribir a la chica que me hacía las manos, diciéndole que me quería regalar un servicio. Esto ya me puso en alerta porque empecé a atar ; la misma persona que venía bloqueando desde varias cuentas era este hombre.

Y un día llegué al gimnasio, esto lo tengo ubicado en fechas... El 24 de agosto fue la primera vez que me interceptó en un restaurante, el 4 de septiembre, después del mensaje a la chica que me hacía las manos, yo estaba en el gimnasio y de repente una persona, cuando yo salgo de la bicicleta, se descuelga de una forma muy abrupta de la cinta y me intercepta, como si me conociera, diciéndome si esta noche pensaba ir a trabajar o no.

Yo en ese momento salí disparada porque automáticamente mi cabeza asoció a este hombre con el hombre del bar, con el hombre de los mensajes, con el hombre que me decía que estaba esperando encontrarme sola. En ese momento me tenía que ir a trabajar.

Al otro día me acerqué al gimnasio y la realidad es que hablando con una amiga me dijo ‘la única forma que tenés de saber si te está siguiendo o no es preguntar cuánto tiempo hace que va a ese gimnasio’. Bueno, se había anotado una semana antes.

Él lo que hizo fue mirar las etiquetas de mis redes sociales, por eso habrán visto que mi interacción en redes sociales ha bajado casi a 90%, porque cada vez que pongo algo, tengo la amenaza de que esta persona se pueda acercar, pueda aparecer, pueda estar.

Cuando me enteré que se había anotado, hacía una semana, me acerqué a la Policía, hice la primera denuncia, el 4 de septiembre. Él no paró de hostigarme, o sea, con estos mensajes constantes, comentando absolutamente todo lo que nosotros hacemos y decimos en el programa.

‘Intento endulzarte el día, fui al gimnasio y no me aceptaron los dulces’, . Y es verdad, yo estaba encerrada dentro del gimnasio porque la gente del gimnasio ya le sacó la credencial y me avisaron que estaba en la puerta, que por favor no me retirara.

Automáticamente yo me volví a acercar a la Policía, hice una segunda denuncia. En ese momento me dieron el botón antipánico.

Y este hombre constantemente. ‘Los mates estaban dulces, la próxima vez tienen que ser amargos’, como si tuviese un vínculo conmigo cuando nunca jamás en la vida lo vi, cuando nunca jamás en la vida tuve interacción con él.

Yo decidí bloquearlo de Instagram, pero ya sabemos que en las redes sociales si cambiás de IP, automáticamente podés hablarle a la otra persona .

Avisó a través de redes sociales y dijo que iba a ir al gimnasio. El gimnasio queda al lado de mi casa, las puertas están pegadas. Este hombre sabe lamentablemente dónde vivo, sabe cómo me muevo, sabe dónde voy, sigue a mis amigas, sigue los emprendimientos de mis amigas y les manda mensajes absolutamente todo el tiempo preguntándoles dónde me puede llevar obsequios, en dónde me puede encontrar, en dónde me puede interceptar.

Yo a todo esto hice una segunda denuncia, me dieron el botón antipánico, pensé que todo iba a mermar un poco, que todo se iba a calmar un poco, no se calmó absolutamente nada.

El viernes, en un contexto completamente insólito para que una persona te intercepte, cuando salí de la cancha, se generan incidentes en San Lorenzo porque la gente estaba reclamando a la comisión directiva. Yo estaba grabando contenido para YouTube, porque es lo que hago siempre después de que termina cada partido. Y mi grupo de amigas estaba un poco más alejado de donde estaban los hinchas. En ese momento fui a buscar mi materia y me acerqué a mis amigas, y vi que había un hombre de espaldas, se dio vuelta, me puso el libro en el pecho, y cuando lo vi, se me cayó el mundo.

Me parece que hay varios agravantes y que está bueno que lo cuente. En la cancha tuvimos un forcejeo, él me decía que lo único que quería era estar conmigo, que si estaba con él, él no me iba a lastimar, que por favor le aceptara el libro. Yo le decía ‘por favor, no quiero nada con vos, o sea, necesito que lo entiendas, me da miedo lo que estás haciendo’. Y había policía. El tema es que la policía, teniendo dos denuncias y yo un botón antipánico, me liberó a mí de tomarme todos los datos y acto seguido lo liberó a él.

¿Cuál es la gravedad de esta situación? Hay una colega, una compañera, que no voy a dar el nombre el día de hoy, y es más, quiero contarle a toda la gente para que sepa que hay una denuncia, que la Fiscalía 18 está llevando mi denuncia adelante, que Juan Cruz Ártico es el encargado de esa fiscalía, que he hablado con la secretaria, y está en cada uno de los detalles de la denuncia.

Si tienen alguna duda acá traje todos los papeles y van a ver que están mis tres denuncias.

Hoy estuve desde las 7 de la mañana hasta casi las 11, encerrada en un cuarto, respondiendo preguntas sin parar, de una forma que es completamente angustiante, respondiendo y repasando cada uno de los episodios de este chabón acercándose, de este hombre hostigándome, de este hombre no entendiendo que no es no, que no quiero nada de él, que no quiero sus bombones, que no quiero sus flores, que no quiero que me hable, que no quiero que aparezca nunca más en mi vida.

La cuestión es la siguiente: este hombre estuvo preso un mes en un lugar para personas que no están bien de salud mental justamente por hostigar y acosar a una colega.

En la puerta de la casa, en la puerta de su trabajo... Lo declararon insano para convivir con terceras personas. ¿Me podés explicar por qué yo teniendo tres denuncias y un botón antipánico y él habiendo sido una persona que estuvo un mes preso con antecedentes exactamente iguales a los míos... ¿Me podés explicar cómo la Policía el otro día lo larga atrás mío? Sabiendo que este hombre sabe dónde vivo, que este hombre sabe dónde trabajo, que este hombre sabe a dónde voy al gimnasio, que este hombre sabe cada uno de los lugares que visito y que frecuento, y que se ocupa de hacérmelo saber a través de sus redes sociales constantemente, menciona los lugares en los que estoy. O sea, me persigue. Y, es más, les digo algo más grave todavía: vive a ocho cuadras de mi casa.

Yo no puedo respirar, no puedo salir tranquila de mi casa. Desde el viernes mi vida se ha convertido en una dependencia total y absoluta de otras personas. Y ojo, lo recontra agradezco , lo recontra agradezco porque es un recurso que yo puedo tener, pero hay un montón de mujeres que no pueden tener este recurso.

Y hacés una denuncia, hacés dos denuncias, te dan un botón antipánico, ya hay denuncias previas... No solamente tiene denuncia de la colega, tiene denuncias de su exesposa también. Entonces, tiene un montón de antecedentes.

La pregunta es: ¿qué tenemos que esperar? ¿qué tengo que decir yo? Che loco, ¿qué están esperando? ¿Que me encuentren en una bolsa?

A mí me parece completamente injusto.No tenemos que llegar a los extremos. El extremo no puede ser la bolsa, el extremo no puede ser una zanja, el extremo no puede ser una valija, no pueden ser cenizas. En el medio pasan cosas que también nos dan miedo, que también nos asustan, que también nos preocupan, que también nos hostigan y que después, lamentablemente, en muchos casos, terminan como acabo de mencionar.

Entonces, loco, si tenés a un tipo caminando en la calle, que no sabes cómo está porque es una persona que se encuentra insana, que han declarado que no puede convivir con terceros, ¿por qué no lo pones en cana? ¿Por qué no lo pones en un lugar para gente que está mal de salud mental? ¿Por qué nosotros tenemos que estar aguantando esta situación? Porque yo estoy presa en este momento. Yo estoy presa. Tengo que salir de mi casa y mirar para todos lados. Tengo que tener a personas que están controlándome y yendo a cada uno de los lugares a los que yo voy para cuidarme. Es una locura.

Yo tengo la posibilidad, no solamente tengo la posibilidad de tener a dos personas cuidándome 24/7, sino que tengo la posibilidad de estar hablando acá con ustedes y contándoles lo que me pasa. Pero 97% de las mujeres que están en una situación similar, parecida o peor que la mía, no tienen esta posibilidad.

La Justicia tiene que ser un poco más ágil. Tenés suelto a una persona que tiene un montón de denuncias. No es justo. No es justo que yo sea la presa y que él esté libre; que yo me tenga que resguardar de él y me tenga que encerrar, y que mi rutina cambie, y que yo no pueda trabajar, porque las redes sociales son mi trabajo. Que yo no pueda trabajar contando donde estoy. No puedo ir a eventos, porque no los puedo promocionar. Digo banalidades como para que entiendan cómo se transforma la vida.

En la cancha me dijeron: ‘¿Vos no tenés los papeles de la denuncia encima?’. Yo estaba en la cancha. El botón antipánico a las tres horas se queda sin batería porque es un localizador de ubicación, entonces se recalienta y se queda sin batería. Tiene que estar enchufado a una pared constantemente, en la cancha que no hay señal el botón antipánico no funciona.

Ya desde el lunes tuve custodia y me pude manejar un poco más sola, o sea, con dos personas .

Le estoy hablando a Walter, a este tipo. Vos mirás absolutamente todos los programas, flaco, yo no quiero nada de vos. No quiero que me regales flores, no quiero que me des un libro, no quiero que me des chocolates. Yo lo único que quiero es volver a vivir mi vida de una forma normal, quiero poder trabajar tranquila, quiero poder salir tranquila, quiero poder ir a tomar un mate a la plaza si tengo ganas, quiero poder ir al supermercado tranquila.

Te tengo miedo, chabón. Te tengo miedo y no quiero nada tuyo. No te conozco, no sé quién sos. No quiero absolutamente nada tuyo. Te pido por favor, déjame tranquila. No te hice nada, no me conocés, no te conozco. Te pido por favor, si estás mirando este programa, no me molestes más. Necesito realmente, de corazón, recuperar mi vida. Quiero volver a la normalidad, hace dos meses que parece que vivo dentro de una película de terror. No quiero nada tuyo. Si tenés problemas psiquiátricos, hacete atender, internate. Pero date cuenta: ya tenés una mujer que te dijo que no, otra mujer que te dijo que no. Por favor, no lo hagas más.

Y que no sea dar la vuelta la página y que se aleje de mí porque tiene un montón de denuncias, y vaya y moleste a otra chica, porque no es el plan. La Justicia también tiene que actuar.

Pero yo no quiero nada de este tipo, absolutamente nada. No quiero tus flores, no quiero tus bombones, no quiero absolutamente nada. Quiero estar tranquila, quiero recuperar mi vida, quiero poder trabajar tranquila, quiero poder tener mi cabeza enfocada en mi trabajo, en estar tranquila, en mi familia, en poder generar un vínculo en paz sin que el chabón sea el centro de absolutamente todo.

Es completamente triste, es angustiante, te da muchísimo miedo. Sueño todo el tiempo que está entrando por el balcón de mi casa. Desde el viernes que pasó esto que no duermo bien. Ayer nos fuimos a dormir a las 3 de la mañana. Hoy me tuve que levantar a las 6 de la mañana para ir a la fiscalía y estar encerrada cuatro horas, mientras que él seguramente estaba desayunando en su casa tranquilo, pensando en qué momento le iba a pintar acercarse de vuelta.

¿Cuántas necesitás? No solamente hice tres denuncias, sino que tiene antecedentes. ¿Qué más necesitás?

¿Qué tengo? ¿Que caer con un ojo morado? ¿Me tienen que encontrar tirada?

Lo único que le pido es que le presten atención a las chicas. Yo cuatro comisarías recorrí para que me den un botón. Cuatro. Me mandaron a una, no había. Me mandaron a otra, no había. Me mandaron a otra, no había. A cuatro comisarías.

¿Cuántos femicidios hubo esta semana? Contamos un montón de muertes de pibas. Agilicen la Justicia. No les cuesta nada.

Y los casos intermedios también son violencia de género. Los casos de acoso también son violencia de género

Lo único que pido es que se haga justicia.

A este señor: si está mirando. Por favor, no me molestes más y no molestes más a nadie. Deseo de corazón que te puedas curar y que te puedas sanar. Realmente deseo de corazón que te puedas atender y que te puedas sanar, que te mejores. Porque está claro que no estás bien, porque nadie que esté bien puede hacer algo así. No te deseo nada malo. Lo único que te deseo, por favor, es que te atiendas y que intentes curarte la cabeza porque no te funciona, porque con tres denuncias y un montón de veces te pedí, por favor, que no te acerques".

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/la-periodista-de-c5n-agustina-penalva-denuncio-por-acoso-al-economista-walter-graziano-nid16102025/

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