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Lo sagrado al alcance de lo cotidiano, “algo que nos acecha misteriosamente para llevarnos a otro lugar”

Cómo pasamos del Sagrado Corazón de Jesús a lo sagrado de los derechos humanos, es decir, qué sacralidades compartimos hoy, en una modernidad laica que se consagra a lo cotidiano, fueron alguna...

Cómo pasamos del Sagrado Corazón de Jesús a lo sagrado de los derechos humanos, es decir, qué sacralidades compartimos hoy, en una modernidad laica que se consagra a lo cotidiano, fueron algunas cuestiones que debatieron ayer los poetas Ivonne Bordelois y Alejandro Crotto en la Casa de Victoria Ocampo, sede del Fondo Nacional de la Artes, en una nueva “previa” de la XIV Bienal de Arte Sacro Contemporáneo (BASC) que en 2026 llegará al Palacio Errázuriz.

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La noción de lo sagrado, esa cosa “compleja” que implica “actitudes y valores que van evolucionando y contraponiéndose a través del tiempo y las culturas” –que puede significar tanto trascendencia como escollo a la libertad de las personas-, tiene sin embargo algo “inamovible”, dice Bordelois, “una necesidad de existencia permanente en el fondo de la experiencia humana”.

Se refiere a la sacralidad religiosa devenida en un laicismo que “sacraliza los valores de la modernidad y la democracia”, el “¡Oíd mortales el grito sagrado!” de nuestro Himno Nacional. Y así pasamos “del Sagrado Corazón de Jesús y la Sagrada Familia a lo sagrado de los derechos humanos, de la niñez y la mujer, en momentos en que se acrecientan las denuncias sobre las víctimas de los regímenes totalitarios, del abuso infantil y el número de femicidios en todo el mundo”.

Se trata de “aquello que la sociedad va señalando como investido de una suerte de dignidad inviolable, con naturaleza propia y valores irrenunciables”: la música de Bach, los chacareros desertores de la Guerra de Vietnam en Estados Unidos, algunas descripciones de Hudson sobre la pampa argentina o la película Errante, de Adriana Lestido… todas “irrupciones” que “nos conducen a lo sagrado”, afirma la reconocida académica, que tiene entre sus publicaciones más recientes y destacadas Aquí estoy todavía, correspondencia entre Ivonne Bordelois y Alejandra Pizarnik.

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Ciñéndose al título de esta charla, “Lo sagrado en lo mínimo; contemplación y poesía”, Crotto habla de “lo sagrado al alcance de lo cotidiano, ya no un ángel que anuncia un embarazo milagroso, sino una carretilla” a la intemperie. Lo grafica con el poema del estadounidense William Carlos Williams, de tan solo 16 palabras en su lengua original -“Tanto depende/ de una carretilla roja/ barnizada por el agua de lluvia/ entre los pollos blancos”-, sobre quien existe una película, Paterson, dirigida por Jim Jarmusch, que bien podría dialogar con esta audiencia atenta de Barrio Parque.

Pero también hay una corriente desacralizadora, afirma Bordelois, esa que sostiene que “el mundo de lo ignoto amenaza la pasión por la autonomía que el iluminismo imparte a la conciencia moderna”. Lo que el escritor de Los versos satánicos, Salman Rushdie, amenazado por fanáticos religiosos y eterno candidato al Nobel literario, explica de la siguiente manera: “Lo sagrado siempre ha sido una manera de tallar a la gente”.

La salvedad sería, quizá, la diferenciación que hace Bordelois: “Lo sagrado es algo previo y más inmenso que lo que nos dan las religiones -que tienen liturgias, jerarquías, ritos-, es algo que nos acecha misteriosamente para llevarnos a otro lugar, a una experiencia que se ha instalado en nuestros ancestros como algo memorable e irrenunciable”.

El encuentro contó con la presencia del vicepresidente del FNA, Marcelo Griffi; y de la directora y curadora de la bienal, María Pimentel de Lanusse, quien señaló que “la BASC se ha consolidado como un espacio único entre el arte y la espiritualidad con la misión de pensar lo sagrado en un lenguaje contemporáneo y ampliar esa reflexión hacia distintas disciplinas, promoviendo un diálogo fecundo que sitúe lo sagrado en el corazón de las artes y la cultura contemporánea”.

Nacida en la localidad bonaerense de Alberdi en 1934, Ivonne Aline Bordelois es una reconocida poeta, ensayista y lingüista argentina; discípula de Noam Chomsky gracias a una beca del Conicet; amiga de Pizarnik y colaboradora por más de 20 años en la legendaria revista Sur que impulsó la escritora y mecenas Victoria Ocampo, propietaria de la casa donde Bordelois dialogó con Crotto y objeto del ensayo de esta estudiosa, “Victoria, paredón y después”.

Los poemas de Bordelois aparecieron en “El alegre apocalipsis” y algunos de sus ensayos más destacados son “El país que nos habla” y “La palabra amenazada”. Entre muchas otras distinciones ganó una Beca Guggenheim, dos premios Konex y es “Personalidad sobresaliente” de la Academia Argentina de Letras.

Crotto es docente en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires (UBA); publicó los libros Abejas, Chesterton, Once personas, Francisco, un monólogo dramático, El Infierno de Dante Alighieri y dirige la revista Hablar de Poesía, dedicada a la difusión, la crítica y la traducción.

La convocatoria para participar de la BASC 2026, que se hará del 19 de marzo al 3 de mayo en el Museo Nacional de Arte Decorativo, seguirá abierta hasta el 25 de octubre. El primer premio es de 3.000.000 de pesos, el segundo de 2.200.000, hay una mención de 1.200.000 pesos y un estímulo de 800.000. Ningún premio es adquisición.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/lo-sagrado-al-alcance-de-lo-cotidiano-algo-que-nos-acecha-misteriosamente-para-llevarnos-a-otro-nid03102025/

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